Cuando decidí que quería vivir en una casa, salir de la ciudad y tener un pequeño terreno recordaba haber visto
La brecha urbana hace unos años. Es un libro escrito por la socióloga
Maristella Svampa y como me gusta mucho la sociología decidí comprarlo y ver como un socióloga argentina vea los que viven adentro de los countries.
Yo, como norteamericano viviendo en Argentina, siempre me resultó curioso leer como los argentinos vean a los yanquis. Entonces decidí comprar este libro y ver como las intelectuales de izquierda (muchos de los cuales nos están gobernando hoy) piensan de los que viven en los barrios cerrados. Me resultó interesante y como muchas ideas de gente de la izquierda son buenísimos cuando uno las ve en el papel pero en la práctica no funcionan.
El argumento
El argumento principal es que los barrios cerrados promueven el homogeneidad social, cortando el contacto informal entre los distintos clases sociales. Los ricos que viven en el country solo relacionan con los pobres a través de acciones de beneficencia organizado por el mismo country. Diariamente su relación con el clase trabajador se limita a las mucamas, jardineros, albañiles y personal de seguridad del mismo country. O sea, todo se vuelve muy estructurado y el rico solo relaciona con los pobres como empleador o filántropo.
El parte que mas convence es cuando argumenta que los ricos que se mudaron de la ciudad al country retienen una noción de la vida real que hay afuera de los muros, pero sus niños, que nacen y se crían adentro, no se dan cuenta que el 99% de Argentina vive de otra manera. El parte mas escandaloso es, cuando en sus entrevistas con habitantes de los countries, relata como el niño de una familia categorizaba los adultos como "hombres, mujeres, o mucamas."
La autora cree que el avance del liberalismo en los años de Menem dio un gran empuje a los countries. Su visión es que "la plaza pública" donde se encuentra todos los clases sociales se va desaparecer con el crecimiento de los barrios cerrados.
Mis pensamientos
Como alguien que se crió en una casa en los suburbios (pero no un barrio cerrado) no estoy de acuerdo con la autora. Su argumento tiene varias fallas y voy a hablar de algunos de los mas importantes.
La sensación de inseguridad
Uno de los principales razones que la gente se van a los barrios cerrados es por el tema de seguridad. Para Svampa son los dueños de las empresas de seguridad (militares y policías según ella) quienes lucran con la sensación de inseguridad. Siembran miedo para vendernos un "ejercito paralelo." La autora habla de los falsos rumores en 2001 de la invasión de los countries por las hordas de pobres que vivían afuera.
En mi opinión el tema de la inseguridad es real en Argentina. En los 25 años que viví en EE.UU. jamas me robaron por ejemplo. Tampoco conocía gente que fueron robados. Trato de recordar un caso y no puedo. La única persona en mi familia inmediata que fue robado fue mi padre, pero pasó cuando me visitaba aquí en Buenos Aires.
En los 8 años que vivo en Argentina me resulta difícil pensar en algún que no ha sufrido algún robo. Entraron a las casas de mis suegros y mi cuñada (dos veces en 4 años) y las desvalijaron. Por suerte no estaban. Entraron a mano armado a robar un local de ropa mientras mi esposa estaba adentro. Y cuando yo tenía un restaurante nos robaron varias veces.
Cuando uno ve las noticas basta con ver casos como la Píparo o Axel Blumberg para darse cuenta que en Argentina puede morir cualquier persona en cualquier momento por hechos de inseguridad y violencia. En los países desarrollados no pasa esto. Los que mueren por actos de violencia normalmente son violentos - narcos, gente en una pandilla, etc. Aquí puede morir cualquiera. Ciudadanos comunes que no tienen nada que ver con el mundo de los delincuentes.
Compartir la plaza
Creo que la autora tiene razón... sería genial que todos podríamos juntar en la plaza y interactuar... los ricos, la clase media, y los pobres, etc. Lo que pasa es que en Argentina es demasiado grande la brecha. En los países desarrollados los ricos y los pobres pueden compartir una plaza o un parque juntos. Pueden conversar y podrían llegar a tener temas en común. Eso es porque no existe la miseria.
En Argentina el pobre no come, no lee, y su casa se llena con barro cuando llueve. O directamente está viviendo en la plaza donde pasa el rico. Paso por Congreso o Tribunales y siempre veo gente tratando de vivir en la plaza con carpas, bolsas de dormir, etc. No existe ese clase de miseria en los países desarrollados. Es muy difícil integrar la sociedad cuando hay tanto miseria y pobreza.
Los "niños bien" de los countries
Para mi donde Svampa mas tiene razón es cuando habla de los chicos y sus vidas inocentes dentro de los countries. Adentro están protegidos del mundo peligroso afuera y cuando salen son incapaces de manejarse en el mundo real. Sin embargo no lo veo tan mal. ¿A que edad hay que enseñar un chico que tiene que desconfiar del mundo, que existe la miseria, y que el mundo es una mierda? Si un chico puede pasar su niñez en un especie de burbuja sin darse cuenta de todo el mal del mundo no creo que es tan mal. Tendrá tiempo para descubrir todo lo malo y peligroso.
Lo que me resulta difícil es imaginar que un adolescente que vive en Argentina no entiende la realidad de este país. Por mas que uno nace en un country basta con seguir la Panamericana hasta el autopista Illia y la villa de Retiro. Me cuesta creer que los chicos del country no pueden entender la realidad del país que habitan.
Pensamientos finales
Aunque no estoy de acuerdo con el argumento de la autora, me gustó el libro. Fue interesante leerlo y me hizo pensar. Decidí que voy a leer su otro libro, Los que ganaron que entra en mas detalle.
Pero sigo pensando que mudarme a Nordelta es una buena decisión. Creo que es un lugar donde se puede formar una familia en tranquilidad y donde puedo mantener un pie metido en el primer mundo. Algún día cuando empiezo mi propia familia no me gustaría que mis hijos se acostumbren a ver la miseria, la basura tirado en la calle, la contaminación, etc., y pensar que todo eso es normal y que la vida es así. En realidad es una aberración que sea así.
Otros opiniones de este libro